Refused

(Esto lo escribí hace meses pero no lo publiqué por rubor, "demasiado tochaco", me dije. Pero mira, qué más da. Id directamente a los vídeos si tal.)

Oh… mi grupo foforito.

Refused fue (91-98) una banda sueca que revolucionó el sonido del punk y del hardcore de principios de los 90.

“They told me that the classics never go out of style, but they do, they do...
Somehow, baby, I never thought that we'd do too.”

- Intro de “Worms of Senses/Faculties of the Skull”

No jodamos, amic Dennis -vocalista del grupo-: pasan los años y tus jodidos Refused no sólo no pasan de moda, sino que cada vez tienen más fans e influencia. Ciertamente, la huella que sus dos últimos discos dejaron y siguen dejando en las escenas hardcore y punk, además de en la del post-hardcore, y en las de géneros “nuevos” como el screamo, son innegables y, pese a todo, Refused siguen imbatidos e imbatibles. Once años hace ya de la salida de The Shape of Punk To Come. Desde entonces, no ha habido un solo disco de esos géneros que haya alcanzado las cuotas de perfección, tanto en espíritu como en ejecucción, que alcanzó aquél. Vale, exagero.

Banda seminal donde las haya. Me encanta usar esta palabra: SEMINAL. Es más, a partir de ahora, después de los cuartos y antes de la final, viene la seminal. Corran la voz.

Bien.

Los Refused se formaron en el 91, en la bonita población de Umeå (cómo me ha costado ponerle la pelotita a la “a”), famosa por ser, de manera oficiosa, la capital europea de la escena hardcore. Los rasgos más llamativos de dicha escena eran la fuerte carga política de muchas de las bandas, tanto de acción como de palabra, y la rápida asimilación del veganismo, el straight edge y demás moñerías por parte de las mismas.

De ahí salieron, como digo, estos tipos.

El que fue su debut, “This Just Might Be… The Truth”, del 94, tiene un sonido muy parecido al de tantas y tantas bandas americanas de hardcore de principios de los 90 (particularmente, NY hardcore), inclinándose ya de principio por esa postura política de extrema izquierda que tan fuerte pegaba en Umeå y que desarrollarían más a fondo en sus siguientes trabajos. “This Just…” es menos dinámico que los siguientes discos, pero representa un gran debut de hardcore puro y duro.

A partir de finales del 95 se establece la formación definitiva de Refused. Dennis Lyxzén, y sus gorgoritos; David Sandström, dando caña con sus baquetas; el guitarrista/bajista Kristofer Steen; y Jon Brännström, también guitarrista y responsable del componente más “electrónico” del grupo. Hay que añadir a estos cuatro a dos bajistas, que nunca fueron fijos.

En el 96, dieron una vuelta de tuerca a la música que venían haciendo (ellos, o cualquier otra banda de la escena) con “Songs To Fan The Flames of Discontent”, un disco mucho más complejo, que mezcla hardcore ochentero, punk y metal (las influencias de Slayer son evidentes) y que representa lo más bestia, lo más agresivo que Refused llegó a publicar durante su corta existencia. Una pasada de álbum, media hora de bombardeos que empiezan con el hit “Rather Be Dead” y acaban en explosión final con “The Slayer”.

Ya habían cambiado la historia, los jodíos, pero todavía querían ir más lejos. Querían sacar al hardcore del enquilosamiento que éste sufría, y darle un vuelco a la decadente filosofía punk (y a su sonido), y vaya si lo consiguieron. Influenciados musicalmente por bandas como Nation of Ulysses (post-hardcore) y Born Against (NY hardcore), e ideológicamente por Marx y Malatesta, parieron “The Shape of Punk to Come”, un disco que va más allá del punk y del hardcore a pesar de poseer lo más puro del espíritu de ambos. Caña hardcore, arreglos post-hardcore, secciones jazzísticas, “aperitivos” techno … todo ello combinado de manera fluidísima.

“This is the pulse, this is the sound
This is the beat of a new generation
This is the movement, this is the rhythm
This is the noise of revolution”

- Refused Party Program

El subtítulo del disco es “A Chimerical Bombination in 12 Bursts”. La descripción más ajustada a la realidad de un disco desde el “¡Hilarante!” de los cassettes de chistes de Arévalo (va, considerémoslos discos, for the sake of the argument).

A mí me resulta imposible elegir uno de esos 12 bursts. Posiblemente hayáis escuchado alguna vez “New Noise” (si no, videad), pues se ha usado en decenas de películas, pero todavía os queda mucho por descubrir. “Worms of Senses/Faculties of the Skull” te da en los morros, deja que espaviles y te vuelve a dar aún más fuerte; “Liberation Frequency” y el mantra de Lyxzén (“we want the airwaves back”); “Deadly Rhythm”… ¿qué hay mejor que la tralla que meten después del interludio jazzístico de este tema?; la bizarrada que es “Tannhäuser/Derivè”, con esos violines y esa batería en la intro… sencillamente, épico.

El repertorio vocal que exhibe Dennis aquí es tremebundo: grita, chilla, canta, susurra, habla… Sus letras mezclan lo poético con lo político sin caer ni en la pedantería ni en la ñoñez. David Sandström –bataca- está a-co-jo-nan-te. Domina los temas más agresivos, los parones, las partes jazz… Me lo hago encima.

Una de sus canciones se titula “Refused are Fucking Dead”. En efecto, la grabación de “The Shape of Punk To Come” y la posterior gira americana, que fue un absoluto desastre y que acabó con la paciencia de varios componentes de la banda, terminaron con la misma. Refused estarán muertos, pero su legado está más vivo que nunca.

“So where do we go from here?
Just about anywhere!”

- Tannhäuser/Derivè